Cómo aparecen los niños y niñas víctimas de violencia en los medios de comunicación
Los medios de comunicación al transmitir información sobre los niños y niñas, reproducen o difunden representaciones sociales sobre éstos. De esta forma puede aparecer la imagen de los menores de edad como protagonistas de una problemática social, como pretexto institucional, y como actores que participan, son ciudadanos y sujetos de derecho.
En Chile el tratamiento informativo cuando están involucrados niños y niñas, está regulado por medio de una mención al derecho a la imagen en la Ley 19.733, sobre las libertades de opinión e información y ejercicio del periodismo —conocida como Ley de Prensa- en su artículo 33: “se prohíbe la divulgación, por cualquier medio de comunicación social, de la identidad de menores de edad que sean autores, cómplices, encubridores o testigos de delitos, o de cualquier otro antecedente que conduzca a ella”.
En estos casos según explicó la directora del Diario Austral de Valdivia, Verónica Moreno,cuando los niños son víctimas, los niños aparecen ahí sin nombre, sin fotografía, protegiendo la identidad lo más que se pueda. Incluso a veces sin dar la identidad de los agresores, porque si identificas al agresor identificas al niño también, sobre todo en el caso de violencia o abuso sexual, si se dice el nombre del padre va a salir inmediatamente la hija o el hijo abusado.
La directora del medio de comunicación, además agregó, Cuando son infractores de ley tampoco, no se puede poner los nombres de ellos ni su fotografía o fotografías de lejos, no cercanas, y esa es un área que igual se toca.
La UNICEF por su parte, ha generado pautas para periodistas y medios sobre esta temática. Y el Consejo Nacional de Televisión, cuenta con un documento con Orientaciones para la Participación de niños, niñas y adolescentes en la Comunicación Mediática.
La crisis en el SENAME y los medios
Considerando que los medios de comunicación reproducen y transmiten representaciones sociales, es necesario considerar los casos ocurridos en el SENAME –y que siguen desarrollándose a la fecha-, en los cuales los medios de comunicación usaron un lenguaje criminológico, delictivo y burlesco, para referirse a menores de edad. Los cuales entran a los programas del sistema estatal, principalmente porque son víctimas de vulneraciones de sus derechos.
Paola Escobar, psicóloga y Coordinadora de la División de Educación, Centro de Investigación Nuestros Lazos, se refirió a casos emblemáticos en que se han vulnerado los derechos de las niñas y niños en medios de comunicación, reflexionando sobre lo ocurrido con el “Cisarro”. Considerando que de este caso se filtraron hasta informes psicológicos del SENAME a la prensa.
“[El Cizarro] Es un niño que comenzó a tener conducta delictiva a muy temprana y sin embargo, los medios de comunicación nunca se refirieron a él por su nombre. Y es muy curioso, porque es uno de los derechos iniciales que menciona la Convención, sin embargo los medios decidieron optar por tratarlo por el nombre que era conocido en un contexto delictual”, explicó Paola Escobar.
La Convención de los Derechos de la Infancia de la UNICEF, ratificada por Chile en 1990, establece: “El derecho a la propia imagen y a la dignidad constituyen garantías fundamentales de todo niño, niña o adolescente”.
La psicóloga además se refirió a uno de los casos en que fue asesinado un menor de 13 años edad quien vivía en un hogar del SENAME en Temuco. Lo que plantea la discusión sobre cómo el Estado ha vulnerado a niños que están en situaciones críticas y cómo los medios de comunicación informan sobre estas situaciones tan complejas, empujándolos a estas situaciones.
“Lo que pasó en Temuco, no sé si recuerdas que en diciembre hubo un asesinato de un niño. Los medios expusieron el caso de modo tal y con tal ligereza, que primero se habla de una vendeta de unos padres, en función de que este chico adolescente habría abusado sexualmente de una niña. En las redes sociales había toda una validación de la vulneración de este niño”, explicó la profesional.
Estos y otros casos, dan cuenta de la falta de ética y criterio por los medios de comunicación para referirse a situaciones críticas de una realidad chilena, que afecta a menores de edad. Sin mencionar la vulneración de los derechos de los niños y niñas mapuche, situación que ha sido invisibilizada por los medios de comunicación, denominados como ‘tradicionales’ o a la tv abierta.