‘La literatura infantil en América Latina es un trabajo en progreso’

La escritora colombiana Yolanda Reyes describe el éxito de los youtubers como un efecto lógico de los “fenómenos de masas”

Los escritores de literatura infantil en América Latina están escribiendo, tachando, borrando y volviendo a escribir. Están en su mejor momento o en un “trabajo en progreso”, dice Yolanda Reyes (Bucaramanga, 1959), una de las escritoras contemporáneas más importantes de Colombia.

Reyes, que ha dedicado su trabajo literario al público infantil y al fomento de la lectura, reconoce que aunque no existen todavía las condiciones ideales para el oficio, cada vez se abren más opciones y “la salud del género es cada vez mejor”. La autora de El terror de sexto B (1995), Cucú (2010) y Mi Mascota (2011), entre otras reconocidas obras, es una de las voces del Festival Iberoamericano de Literatura Infantil y Juvenil, organizado por la Fundación Santillana, que se celebra por primera vez en Bogotá.

Pregunta. ¿Qué significa que la región tenga un festival de literatura dedicada a niños y jóvenes?

Respuesta. Se abre otro espacio para el encuentro de distintas generaciones, oficios y maneras de formar lectores. Es un encuentro importante porque no solo hay escritores, también ilustradores, maestros, bibliotecarios. Muchos públicos distintos en un solo lugar.

P. ¿Hay suficientes puntos de encuentro para reflexionar sobre la literatura infantil en América Latina?

R. Nunca habrá suficientes porque hay un interés cada vez más creciente por formar escritores y lectores, pero sí existen. Hay festivales y congresos importantes y ha habido un trabajo sostenido desde los años setenta, en donde Colombia ha sido pionera en construir espacios para la literatura infantil.

P. ¿Cómo ve el furor que despierta entre los jóvenes la presencia de youtubers en ferias de literatura?

R. No los censuro, pero son fenómenos de masas y mercadeo que las editoriales aprovechan. No se puede confundir un trabajo comercial con uno literario. La sociedad tiene que saber en dónde pone las cosas. Con ese tipo de libros (de youtubers) no se están formando lectores.

P. ¿Los youtubers quitan audiencia a los escritores?

R: Los escritores de literatura vamos por otras cosas. Yo no quiero ser youtuber y ellos seguro no quieren ser autores. Es poner a competir dos cosas que son esencialmente distintas. Lo que yo hago es trabajar sobre el lenguaje y tratar de encontrarme, de esclarecerme, de comunicarme con otros. No tengo la pretensión de tener miles de lectores en una feria. Yo apuesto a que los libros marquen y revelen cosas a las personas en un momento de su vida o durante toda la vida. No creo en los best seller sino en los long seller, pero un youtuber tal vez le apuesta a algo que se venda mucho más rápido.

P. Usted dice que la literatura ahora se mide en likes…

R. Cuando estos niños de 18 años tienen un número de likes importante, llegan los grandes empresarios de la comunicación y ven que hay un buen negocio, pero eso no los hace escritores. Tal vez puedan abrir una puerta de entrada para que los jóvenes lean, pero muchos tal vez solo necesitan el libro con la firma del youtuber para convertirlo en fetiche.

P. Ante ese panorama, ¿qué le diría a los jóvenes que quieren ser escritores?

R. Que lo intenten, que lo disfruten. Es un trabajo a largo plazo que requiere mucha paciencia, mucha lectura. Después de todo el esfuerzo, quizá encuentren en ese texto algo de sí mismos que no conocían. Durante el proceso uno descubre cosas que ignoraba. Cada vez es más posible construir un proyecto de vida alrededor de la formación de lectores, de la escritura.

P. Con el avance de las tecnologías, ¿cómo ha cambiado la forma de hablarle a los jóvenes?

R. Depende mucho de la edad. En los pequeños, el libro como objeto físico tiene algo importante qué hacer. Está en medio de la relación de un adulto que lee y el niño que escucha. forma parte de ese triángulo amoroso. Sin embargo, cuando crecen, están expuestos a una cantidad de información digital que funciona bien cuando se trata de lecturas rápidas, búsqueda de datos. Los dos tipos de lecturas son válidas. A un niño de diez años no se le va a matar el amor por la lectura porque lo haga por Internet, pero la calidad de introspección que invita un libro físico no la consigue ahí.

P. ¿Sobre qué cree que quieren leer los niños?

R: Los niños siempre quieren leer cosas sobre cómo hicieron algo los otros. Tienen curiosidad por conocer otras miradas, por ver cómo funciona el mundo de afuera, pero también como funciona el de adentro. Encontrar libros que les permitan refugiarse en el fondo de sí mismos.

P. ¿Cómo ve la formación de lectores en Colombia?

R. La educación de Colombia sigue hablando maravillas de los niños y diciendo que todos debemos leer para ser alguien en la vida, pero me pregunto cuál es la propuesta para formar lectores. Hay carencias. La escuela tiene un trabajo por delante con la lectura y debe empezar por tener maestros que lean porque no todos lo hacen.

P. ¿Qué libro regalaría a un niño para introducirlo en la literatura?

R. Siempre regalo Las Brujas, Roald Dahl.

Fuente: El País

 

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