Seguridad de Productos y en Internet

La Seguridad de Productos se refiere a “una arista del derecho a la seguridad en el consumo y supone que todos los productos que se comercializan en el mercado deben ser seguros, esto es, no presenten riesgos o presente únicamente riesgos mínimos compatibles con el uso del producto y por lo tanto, estén libres de riesgos inadmisibles.

En términos generales, en Chile los productos que se vigilan están asociados a rubros como vestuario y accesorios, vehículos para el deporte y recreación, para necesidades especiales, vehículos motorizados, productos eléctricos y electrónicos, fuegos químicos e inflamables, aseo personal, hogar y construcción y productos para niños y bebes.

Específicamente, las acciones y tipos de productos para niños y bebes que son materia de la seguridad de productos han sido definidas a través de mesas de trabajo con instituciones, ONGs y asociaciones de consumidores. Además, se ha tomado en cuenta para su vigilancia e identificación los riesgos asociados y las estadísticas de salud pública sobre accidentes en lo que están frecuentemente involucrados niños y niñas, llámese muertes o heridas por envenenamiento, asfixia, caídas, lesiones, entre otras.

Según la información disponible el sitio web del Servicio Nacional de Consumidor, las categorías de productos que actualmente se monitorear en Chile son: juguetes, juegos  inflables, piscinas y spa residenciales, chalecos flotadores infantiles, maquillaje de uso infantil, sillas de retención infantil, cordones y cortinas, globos de látex, imanes de alta potencia, ropa de cama para bebes y accesorios, y otros productos u accesorios que pueden poner en riego la salud de los niños y niñas como hervidores, estufas y guateros.  

Pese a que existe reglamentación al respecto en algunos productos, aún queda mucho por regular en materia de seguridad de productos para niños y niñas. La mayoría de los problemas en esta materia están relacionados con la rotulación de los productos. Independientemente del control que existe sobre ellos persisten desviaciones en aspectos básicos de la rotulación como el idioma de ésta y el responsable de su fabricación, importación y distribución, las vigencias y la fecha de expiración. Lo que limita el ejercicio de los derechos de los consumidores a informarse adecuadamente, al uso correcto del producto y pone en riesgo en estos casos, la calidad y seguridad de los productos y la correspondiente salud de los niños y niñas.